lunes, abril 28, 2008

El mar

Mi padre cuando era niño huyó del internado en que mi abuela lo había dejado, no por crueldad sino porque mi padre era un niño hiperactivo y ella una mujer de cánones. Se escapó y sonsacó a varios de sus amiguitos. Se fueron a la playa. En un relato que escribió narra como se lanza a las aguas desde un alto peñasco (que a la edad de cinco años probablemente eso le parecía) y se sumerge entre un nido de burbujas que ve ascender a la superficie llena de reflejos de mariposas luces. Estoy segura que él ama el mar por ese sólo día, y que cada vez que volvía a verlo o a pensarlo, era un niño de cinco años huyendo de la escuela, con sus amigos y con los zapatos lleno de arena.

La sal se le secó en la piel y el sol de requemó las mejillas, miró el mar desde lo alto de las piedras y se llenó de aire marino.

Mi abuela me cuenta, porque no deja de hacerlo, que estaba en un labor cuando escuchó por la ventana:

-Mámi, mámi, mamita.

Y que sale enojada a ver al chamaco:

-¿Qué haces aquí?
- Te quería ver
- Chamaco, váyase a la escuela.

Y no sólo se escapó de la escuela, se robó la llave del portón y encima se trajó a un amiguito a comer, dice la abuela.

Los regresó a los dos y a los dos los castigaron. Yo no sé si ella piensa en sí eso fue lo que en verdad deseaba hacer. Le digo Ay abue pues ya lo hubieras dejado, pobre.

Para eso no hay respuesta, ni siquiera la duda cabe ahí. El mar de ese entonces ya no es el mismo, ahora nadie puede nadar ahí porque la piel de llena de zalpullido, la escuela esa cerró y los amigos ya no sonrién bajo el sol de ese día. Yo no he visto ese mar que él describe. Lo entendí a través de sus palabras y sus ojos y su sonrisa, el mar que yo conozco es el de él.

8 comentarios:

Strenk dijo...

Hola amiga.
Escribes muy bonito :D.
Gracias por intentar mejorar el mundo con tu esfuerzo.

epa_analepsis dijo...

Haber cuando se da una vuelta por Puebla, y se deja ver para ir a tomar una taza de café, y dejar de extrañarla tanto…

palimsestoonìrico dijo...

Cuando intentes fugarte con los amigos trata de no dejar evidencias-nunca confieses la travesura-, porque el mar se encargará de cobrar el hecho infantil volviéndose un trastorno que no se olvidará. Cuando las letras se plasman entonces creas la "realidad" una realidad que choca con la cotidianidad. La virtud de la anécdota narrada no reside en lo que se expresa sino en el silencio tormento de la abuela ante la justificación de cualquier mortal. Una abuela absurda como los instituciones, como la Iglesia... que no perdona y castiga.
Mariana: tu relfexión me parece acertada y como lector quedé impresionado ante el mini-relato lleno de cualidades.

Espero que no estés de acuerdo conmigo. Después platicamos acerca de los símbolos que pueden aplicarse al cuento.

José Pulido dijo...

Me gusta. Me gusta, algunas cosas que parecen ser errores , no estoy seguro. Me gusta, Me gusta

Cobayo dijo...

Así como tu padre escapó al mar, escapa tú a Puebla. Ven a visitarnos. Te queremos.

Reyes Isven dijo...

...(tener a Ling-Ling en mis manos fue extraordinario...¡sus dimuntas manitas¡)
pdt.Ya viste el orfanato?
pdt2.Tu papá es todo un lider.
pdt3.La historia está chingona,de huevos.
..luego te digo otras cosillas..jojo

Juan Saravia dijo...

Escribes de manera extrarodinaria, tienes un talento maravilloso. Saludos.

Anónimo dijo...

Tienes un talento extraordinario para escribir, todo lo qu eescribes es poético. Saludos de Juan Saravia.