Aceptación

Los últimos días han sido esperanzadores. Aún tenemos a nuestro querido Iván Zepeda por tierras mexicanas, las cuales lo verán partir pronto pero yo creo que fue una visita provechosa, mi amigo tuvo la fortuna de estar presente en el fallecimiento de una persona muy especial para él, yo creo que pocos pueden tener esa oportunidad y a pesar de su dolor creo que lo comprende.

También iniciamos un foro de narración en el Café Botero, la primera sesión se llevó a cabo ayer a las 7 de la noche, pudimos contar mi querida Morató, mi queridísimo Leonardo y la loca Maga, después fuimos al velorio.

Me es algo complicado decirlo porque probablemente mañana ya no piense igual pero quiero aprovechar este momento de optimismo por llamarlo de alguna manera. Entiendo que hay cosas a las que no voy a encontrar respuestas y que no las necesito, comprendo que el dolor es parte de una vida real y los riesgos de perderte pueden hacerte sentir viva.

No estoy desechando mis creencias caóticas de ninguna manera, esas creencias son sagradas pero la belleza consiste en dejarte absorber por ese sin sentido, lo sé porque he conocido al hombre que predica con el ejemplo, he conocido a una persona que resultó ser más de lo que yo esperaba, algo que nunca me había pasado de esta manera, es una persona que me ha sorprendido y veo que él tomo la naturaleza desastrosa de la vida y la abrazó contra su pecho convirtiéndola en un brillo purpurá que me debilita los parpados y me hace querer perderlo todo, olvidar todo por buscar esa luz.

Se lo agradezco porque ahora el equilibrio que durante mi vida he buscado, el equilibrio que muchos me dijeron era imposible hallar, lo he descubierto en él y ahora es posible.